Cada vez más empresas deciden contratar una empresa de servicios auxiliares para poder externalizar tareas específicas. Uno de los criterios más recomendados es consultar el presupuesto para hacer balance de la relación de la calidad de los servicios ofrecidos y su coste.
Sin embargo, el precio no debe ser el punto definitivo porque, en muchos casos, lo barato sale caro. Antes de iniciar el proceso de contratación es recomendable que la empresa analice cuál es su necesidad específica y cuáles son los beneficios que puede experimentar gracias a la externalización.
¿Cómo tomar entonces esta decisión con un conocimiento completo? Analizando la esencia del proyecto de una forma integral.
Otro caso son las comunidades de vecinos. Tener un buen conserje o auxiliar de servicios facilita mucho la convivencia dentro de la comunidad. Al contrario, un mal conserje puede generar grandes conflictos e incidencias entre los vecinos. Lo primero que debemos tener claro es qué funciones va a tener. Normalmente se encargan de controlar los accesos, custodiar llaves, revisar las instalaciones o atender a mantenedores y proveedores. Hay otras tareas que varían en función de las características de la comunidad. Por ejemplo, en algunas no se permite que el conserje recoja paquetes cuando los vecinos no están en el domicilio, mientras que en otras sí. Otro ejemplo, si hay zonas comunitarias de ocio como pistas deportivas o salas para fiestas quizás se le pida que se encargue de apuntar las reservas.
1. Experiencia. El tiempo de trayectoria de una empresa es un valor muy importante que el cliente puede valorar como un criterio de confianza, ya que respalda el trabajo bien hecho del equipo. Es decir, conviene elegir una empresa que ya ha llevado a cabo previamente proyectos similares.
Es recomendable pedir referencias de trabajos previos, sin embargo, en algunos casos puede ocurrir que la empresa no pueda acreditar algunos de los proyectos por una cláusula de confidencialidad en la colaboración con algunos clientes que solicitan este anonimato.
2. Recursos disponibles. Es decir, es positivo contratar los servicios de una empresa que trabaja con los mejores recursos técnicos y un equipo humano ético y con talento. Por tanto, es recomendable que la empresa tenga una buena carta de presentación de su historia y los servicios ofrecidos por medio de una página web con un buen nivel de usabilidad. El cliente debe sentirse cómodo en dicha página.
3. Catálogo de servicios. Es muy importante que una empresa tenga la capacidad de ofrecer soluciones personalizadas para las necesidades del cliente. Por esta razón, es fundamental que el equipo tenga la capacidad de ofrecer un amplio catálogo de servicios auxiliares y un buen asesoramiento para concretar decisiones que son un beneficio para el contratante.
4. Garantía de calidad. Es decir, es positivo elegir una empresa que cumple lo que promete. Un proyecto que ofrece el mismo nivel de atención en la fase inicial de la colaboración que después de un año, gracias a un buen seguimiento del plan de acción y a la evaluación posterior de las acciones llevadas a cabo.
5. Datos de contacto. Es fundamental que a través de la página web de empresa estén publicados los datos de contacto más importantes en la organización. Por ejemplo, el número de teléfono y la dirección de correo electrónico. De este modo, el cliente puede ponerse en contacto, a través del canal que prefiera, para consultar cualquier duda.
Es recomendable, asimismo, que la organización indique dónde se encuentran localizadas sus oficinas, ya que ofrece mayores garantías de ser una empresa seria y con experiencia.
6. Cuál es el valor diferencial. Una empresa debe conocer cuáles son sus fortalezas, aquello que diferencia el proyecto respeto de la competencia y, por tanto, qué ofrece al cliente para mejorar los resultados. Por ende, cuando un cliente tiene reuniones con una empresa es fundamental que reciba información sobre el porqué debe contratar esos servicios y no otros. La empresa debe tener un marketing positivo y real de sí misma.
7. Contrato de externalización. Es decir, cualquier acuerdo debe quedar concretado en un contrato del que el cliente debe leer también la letra más pequeña para no caer en confusión o en expectativas no cumplidas. En este contrato quedan recogidos todos los detalles de esta colaboración.
8. Proyecto integral. Al valorar los servicios de las empresas de outsourcing conviene valorar la esencia de cada idea de una forma integral. Por ello, el cliente debe valorar la totalidad de la idea y los servicios auxiliares antes de tomar la decisión de hacer la contratación.
Como vemos, una empresa que sea capaz de aportar todos estos profesionales a una compañía cuando lo necesita, sin duda, será la favorita a la hora de satisfacer todas sus demandas. En Solisman disponemos de la experiencia en limpieza y servicios auxiliares que necesitas para tu empresa o comunidad de vecinos. No dudes en contactar con nosotros y descubre todo lo que podemos hacer por ti.